¿A quiénes debemos vacunar?
Ya tenemos suficiente información: no hay mejor respuesta a la pandemia que avanzar en los esquemas de vacunación.
Según algunos de los más recientes estudios disponibles para las vacunas de Pfizer y AstraZeneca (ver aquí), tan solo el 0.5% de quienes han recibido la primera dosis se contagian con el coronavirus.
Esta cifra se reduce a 0.1% para aquellos que cuentan con el esquema completo de dos dosis. Otras vacunas muestran resultados similares.
Desde que iniciaron sus esfuerzos masivos de vacunación, Estados Unidos e Inglaterra han visto disminuir sus niveles de mortalidad por Covid-19 en más del 95%.
Lo anterior significa que, después de miles de millones de dosis inoculadas en el mundo, hoy tenemos la mejor y más contundente evidencia: las vacunas sirven, son seguras y muy efectivas.Más aún, a pesar de las excepciones que siempre existirán en estos temas, por el momento no hay ninguna alternativa de tratamiento o comportamiento que nos proteja más que estar vacunados.
La vacunación nacional avanza
El Plan Nacional de Vacunación (PNV) avanza a buen ritmo y debemos continuar por esa senda. En los últimos tiempos hemos estado por encima de 2 millones de dosis por semana (300.000 inoculaciones diarias) lo que nos ha permitido un alcance de cerca de 45 dosis por cada 100 habitantes. Esto es mejor que muchos países de la región y nos ubica cerca del promedio mundial.
Sin embargo, es importante que dicho plan sea ajustado para atender a las poblaciones que se encuentran en mayor riesgo de contagio y muerte. Esto es, una vez evacuados los adultos mayores, debemos migrar hacia un esquema en el que la priorización no siga siendo por grupos de edad sino por condiciones de vulnerabilidad.
Según reportes del Proyecto Covida de la Universidad de los Andes, así como de la Secretaría Distrital de Salud de Bogotá y otras fuentes oficiales, los efectos de la pandemia han sido mucho más graves en las poblaciones de menores ingresos. El 94% de las muertes en el país han ocurrido en los estratos 1, 2 y 3; mientras que el estrato 6 ha aportado menos del 1% de los fallecimientos.
Poblaciones que deben ser priorizadas en el esquema vacunación
El PNV debe ahora priorizar a los colombianos con vulnerabilidad económica, quienes además se suelen caracterizar por actividades informales y patrones de movilidad que agravan su riesgo epidemiológico. A esto se suma la existencia de posibles comorbilidades derivadas de nutrición de menor calidad y limitado acceso a servicios de salud durante la infancia.
Adicionalmente, en el contexto de la emergencia sanitaria, el Gobierno Nacional debe agilizar los procesos de autorización de uso de las vacunas. No parece tener justificación que, por ejemplo, nos hayamos tardado en permitir la vacunación de mujeres embarazadas o dar los permisos de utilización para el biológico de la farmacéutica Moderna.
Para estos casos valdría la pena preguntarse qué es lo que tanto analiza nuestro Invima, en contraste con las recomendaciones y autorizaciones dadas desde hace meses por la Agencia Federal de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés). El avance del plan de vacunación está vinculado con la integridad y la vida de los colombianos.
En suma: resaltando lo obvio, debemos vacunarnos todos y a la mayor velocidad posible. Y ojalá sin estar preguntando cuál marca nos van a poner, ni alterando los tiempos de los refuerzos de manera que se irrespeten las recomendaciones de los mismos fabricantes.